La Terapia Gestalt es algo más que una simple psicoterapia, se presenta como una verdadera filosofía existencial, un “arte de vivir”, una manera particular de concebir las relaciones del ser humano con el mundo. Creada por Fritz Perls a mediados del siglo XX, es un terapia fundamentada en la toma de conciencia, o “darse cuenta”, en el aquí y ahora, y en el hacernos cargo de nosotros mismos. No trata de dar soluciones a los problemas de la vida, sino más bien de darnos herramientas para explorar nuestra vida y personalidad, así como ampliar la capacidad de darnos cuenta de lo que vamos sintiendo y experimentando en cada momento. A lo largo de la terapia ponemos conciencia a los aspectos que venimos a trabajar, para poder así pasar a la acción que nos acerque a una vida más plena y feliz. De esta forma vamos dejando atrás los asuntos vitales con los que no estábamos satisfechos, para entrar en un espacio de responsabilidad desde el que sí que puedo crear la vida que quiero vivir. Es mucho más útil tomar consciencia de lo que nos esta sucediendo y de lo que esta ocurriendo en nosotros mismos en cada momento y de cómo estoy ahora mismo, que tratar de cambiar, detener e incluso evitar algo que hay en mi y que no me gusta. Las herramientas introducidas por Perls nos abren una vía psicoterapéutica con un gran poder sanador, a través de la integración, la conciencia del aquí y ahora, la confianza en la autorregulación y el fluir atravesando las resistencias, favoreciendo conectar con nuestra esencia, con nuestro ser mas intimo y verdadero. En este sentido la Terapia Gestalt es también una vía de crecimiento espiritual. Otro concepto fundamental es el hecho de que el paciente sea el único responsable de sus pensamientos sentimiento y acciones frente a los demás. La responsabilidad de si mismo y sobre si mismo es el primer escalón terapéutico. La última meta de la Terapia Gestalt no es conseguir simples momentos de lucidez terapéutica, sino que esta consciencia permanezca en nuestra experiencia cotidiana. Sólo con dicha consciencia de vivir el instante, olvidando pasados y futuro, seremos capaces de eliminar el sufrimiento de nuestra vida y disfrutar de la libertad que ella nos brinda.

 

La Psicología Sintrópica reconoce que la Naturaleza tiende a la autorregulación (la sintropía es la ley básica de lo vivo) y que las relaciones cooperativas o mutualistas/simbióticas predominan frente a la competencia como motor de la evolución.

Asimismo, incorpora la visión del ser humano como un holosimbionte, la suma de células con ADN humano y las diversas especies de microorganismos en simbiosis con ellas, y estudia la interacción del sistema digestivo, la microbiota intestinal, la dieta y su relación con el sistema nervioso central, el pensamiento y las emociones.

Para la Psicología Sintrópica:

• La salud es el estado natural del organismo en equilibrio,
• Para disfrutar de salud sólo es necesario conocer y ponerse a favor de las leyes de la naturaleza
• El Ser humano es un todo interrelacionado cuerpo/microbiota-emociones-pensamiento-consciencia.
• Somos sistemas abiertos, en comunicación constante. “somos lo que comemos”. Alimentación es tanto la física o energética como la psicológica (información) o sentimental (relaciones), además de otras más sutiles.
• La dolencia es el mensajero: ante un conflicto (biológico, afectivo…) la enfermedad es una reacción adaptativa y un aviso de la pérdida del equilibrio. Como parte de la tendencia natural a la salud, los síntomas aparecen como ayudas para la sanación; hay que aprender a reconocer su mensaje para actuar en consecuencia.
• Todas las enfermedades son psicosomáticas (la manifestación del conflicto/estancamiento puede aparecer más en lo psicoemocional o lo físico, pero siempre afecta ambos terrenos)
• El mensaje de que algo no anda bien primero se experimenta como una sensación/sentimiento, si no lo prestamos atención la señal aumenta de intensidad hasta convertirse en molestia/dolor, si la seguimos ignorando continúa como somatización y a la larga degenera en enfermedad crónica.
• El abordaje de cualquier dolencia (esté manifestada más en lo físico o en lo psicológico) ha de hacerse a tres niveles:
  • en lo físico, intervenir donde está la base del sistema inmunitario y el origen de la mayor parte de las patologías, el sistema digestivo y su órgano relacionado: la Microbiota (Flora Intestinal).
  • a nivel del sistema nervioso, reequilibrar el sistema nervioso autónomo, coordinador de los procesos fisológicos y cuya armonización es precisa para la remisión de los síntomas. Liberar las huellas de los traumas (neuromuscularfascial)
  • a nivel psicoemocional, encontrar las raíces familiares, relacionales, de creencias y, en general, conflictos no asimilados y que aún están en proceso de resolución. Toma de conciencia y comprensión del conflicto/desequilibrio original y elaboración y expresión para completarlo.

Ted Dinan y su equipo del departamento de psiquiatría de la Universidad de Cork (Irlanda) han acuñado el término de “psicobiótico” para designar al microorganismo que, cuando se ingiere en cantidades adecuadas, produce un beneficio para la salud en pacientes que sufren de alguna dolencia psiquiátrica.

Por extensión, utilizamos ese término para aquellos suplementos alimenticios que tienen un efecto beneficioso sobre la Microbiota y, con ella, sobre el Segundo Cerebro, y por tanto mejoran la esfera psicoemocional.

En la terapia incorporamos una combinación de pautas alimentarias que evitan los estados inflamatorios y el daño de la Microbiota, con aportación de alimentos beneficiosos y de los suplementos psicobióticos Microviver.